El lipedema es una condición crónica del tejido adiposo que afecta principalmente a mujeres, caracterizada por una acumulación desproporcionada de grasa en las piernas, caderas y glúteos.
Aunque no se puede curar con ejercicio, una rutina de actividad física adecuada puede ser beneficiosa para mejorar la calidad de vida y manejar los síntomas del lipedema. Aquí te presentamos algunos consejos y recomendaciones dentro del tratamiento no quirúrgico sobre ejercicios para personas con lipedema.
Consulta con tu médico
Antes de comenzar cualquier tratamiento o ejercicio, es importante que consultes con tu médico o un especialista para asegurarte de que es seguro y apropiado para tu caso particular de lipedema. Cada persona es diferente y no todo tratamiento es adecuado para todas las condiciones de lipedema.
Ejercicios de bajo impacto
Los ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar son perfectos para personas con lipedema, ya que ayudan a mejorar la circulación, fortalecer los músculos y reducir la inflamación sin causar estrés adicional en las articulaciones.
Entrenamiento de fuerza
El entrenamiento de fuerza, utilizando pesas o máquinas de resistencia, puede ser beneficioso para las personas con lipedema, ya que ayuda a fortalecer los músculos y mejora la circulación sanguínea en las zonas afectadas.
Ejercicios de flexibilidad
Los ejercicios de flexibilidad, como estiramientos y yoga, pueden ayudar a mejorar la movilidad y reducir la rigidez en las articulaciones afectadas por el lipedema. Realizar estos ejercicios ofrecen grandes beneficios en las pacientes en su día a día.
Compresión adecuada
Es importante utilizar prendas de compresión adecuadas durante el ejercicio para ayudar a mejorar la circulación y reducir la inflamación sobre todo de las piernas. Consulta con un especialista en lipedema para obtener recomendaciones sobre el tipo de compresión adecuada a tu caso.
Presta atención a tu cuerpo
Es fundamental que escuches a tu cuerpo y te asegures de no forzarlo demasiado durante el ejercicio. Si sientes dolor o molestias, para y descansa. Cada persona es diferente, por lo que es importante adaptar los ejercicios a tus necesidades y capacidades individuales sin que empeore tu condición.
Mantén una alimentación saludable
Junto con el ejercicio, mantener una alimentación saludable puede ser beneficioso para el manejo del lipedema. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes puede ayudar a controlar el peso y reducir la inflamación en el cuerpo.
Hidratación adecuada
Mantén una hidratación adecuada antes, durante y después del ejercicio. El agua es esencial para mantener la circulación sanguínea y prevenir la retención de líquidos. Una correcta hidratación es clave para mejorar el estado de las pacientes.
Tratamientos para el lipedema
A parte del ejercicio y una dieta equilibrada, existen otros tratamientos para aquellas mujeres que sufren lipedema. Para acabar con los dolores y molestias se recomiendan estos tres tratamientos no quirúrgicos:
- Medias de compresión,
- Drenaje linfático manual
- Presoterapia.
Cuando el lipedema afecta hasta tal punto que incapacita a la paciente, lo más recomendable es consultar con un especialista los tipos de tratamientos quirúrgicos que existen:
- Liposucción asistida con agua.
- Liposucciones tumescentes.
- Liposucción asistida por potencia.
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