Una vez diagnosticado el lipedema existen diferentes tratamientos para curarlo. Se dividen en dos grupos: tratamientos quirúrgicos y tratamientos no quirúrgicos.
Los tratamientos quirúrgicos están destinados a curar estados más graves de la enfermedad. En este caso encontramos tres tipos diferentes de liposicción: tumescente, asisticda por potencia y asistida por agua (WAL). Esta última es la más innovadora y efectiva para la extracción de la grasa.
Los tratamientos no quirúrgicos son más conservadores. Las medias de comprensión permiten frenar el crecimiento de las células grasas. El drenaje linfático manual es un masaje manual que favorece la circulación. Y la presoterapia es un masaje con la presión del aire.