Tratamientos Quirúrgicos para el Lipedema

Cuando el lipedema alcanza niveles altos es necesario recurrir a tratamientos quirúrgicos más completos que los conservadores para poder reducir el exceso de grasa acumulada y curar la enfermedad. Para ello, encontramos tres tipos de liposucción que nos van a permitir extraer la grasa de las piernas.

Liposucción asistida por agua (WAL).

El tratamiento más usado para curar el lipedema es la liposucción WAL (Water-Jet Assisted Liposuction), o lo que es lo mismo, liposucción asistida por agua. Se trata de un método innovador diferente de la liposucción normal.

Para extraer la grasa que sobra se utiliza una cánula que se introduce en la zona afectada y a partir de ahí se succiona la grasa del tejido. Para completar todo el proceso se realizan diferentes incisiones en las piernas para poder extraer toda la grasa. Se trata de una operación larga, ya que dura entre dos y tres horas, y, normalmente, requiere de una noche de ingreso hospitalario tras la intervención.

Tras la operación, la recuperación es un proceso que no tiene gran complicación. Tiene indicaciones específicas según cada caso. Pero, en general, se puede recuperar la actividad en poco tiempo, si bien, es verdad que durante la primera semana se debe ir recuperando la movilidad poco a poco. Unos diez días después de la intervención se retirarán los puntos.

Con respecto a los resultados, se pueden apreciar inmediatamente tras la operación, aunque las primeras semanas aún se notará edema. Y unos seis meses después de la operación se podrán ver los resultados definitivos.

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Liposucción tumescente.

Otro de los métodos quirúrgicos utilizados para tratar el lipedema es la liposucción tumescente. En este caso, se inyecta en la zona afectada lidocaína diluida y epinefrina. Esto provoca que la zona en la que se interviene se vuelva inflamada y firme. Una vez se ha producido la inflamación, el cirujano podrá extraer el exceso de grasa que hay en las piernas mediante una cánula que se inyecta a través de pequeñas incisiones.

Una de las principales ventajas de esta intervención es el uso de anestesia local, evitando los efectos secundarios que tienden a producirse con la anestesia general. En general, se utiliza la liposucción tumescente en casos menos graves de lipedema, ya que en los grados más altos de la enfermedad la liposucción WAL es la más indicada.

Liposucción Asistida por potencia (PAL).

Por último, tenemos la liposucción asistida por potencia (Power Assisted Liposuction) también conocida por vibración. Al igual que en el resto de las liposucciones, en la técnica PAL se utiliza una cánula que se inyecta en la zona en la que se va a intervenir. En este caso, la cánula genera unas vibraciones que provocan la destrucción de las células grasas. De esta forma, esa grasa podrá ser succionada posteriormente.

Está técnica se caracteriza por poder extraer una mayor cantidad de grasa en menos tiempo, siendo más efectiva que la liposucción manual. Además, también se trata de una opción más cómoda para la paciente, ya que es menos dolorosa que la liposucción tradicional y se reduce el tiempo de recuperación.

Los tratamientos quirúrgicos son necesarios sobre todo en los casos más graves de lipedema. En función de las características de cada paciente y, tras ser evaluado por los cirujanos, se determinará qué tipo de liposucción es la más indicada en cada caso.

Conoce también los tratamientos no quirúrgicos ahora.