El lipedema es una enfermedad que se caracteriza por la acumulación de grasa en las extremidades, siendo más común en piernas que en brazos y sobre todo en mujeres. A pesar de ser una enfermedad con mucha desinformación, poco a poco son más las personas que toman conciencia de la existencia de esta patología, así como de sus causas y sus tratamientos, pero ¿sabes las consecuencias que puede tener en la salud este tipo de enfermedades?
Cuando hablamos de consecuencias no nos referimos solo a la salud física que, por supuesto, también se puede ver afectada, por las dificultades de movilidad, o el dolor articular que se relaciona con esta acumulación de grasa, sino que también hablamos de salud mental y psicológica. El lipedema puede ser responsable de una falta de autoestima y seguridad personal, que puede derivar, en casos extremos, en trastornos de conducta alimentaria. Desde Lipepedia queremos poner sobre la mesa varios supuestos y obtener las consecuencias de esta enfermedad que un gran porcentaje de la población pasa por alto.
Lipedema en la práctica deportiva
El principal problema es que una consecuencia puede acarrear otra llevando al paciente a caer en un estado de depresión o sedentarismo muy poco favorable. Como decíamos la acumulación de grasa en las zonas articulares puede convertirse en un gran impedimento a la hora de realizar ciertas actividades físicas. Sin embargo, la práctica de ejercicio es esencial en pacientes con lipedema, porque, aunque esto no pueda reducir como tal el volumen de grasa, ya que se trata de una patología hereditaria en la mayoría de los casos, sí ayuda a mantener unos niveles de peso adecuados y estos a limitar los síntomas.
Hay que tener en cuenta que muchos pacientes de lipedema, si no son conscientes de su patología, pueden obsesionarse con la práctica deportiva al no percibir los resultados que cualquier persona, con una salud natural, podría obtener sin tanto esfuerzo.
Lo más importante es mantener un equilibrio en todo momento. Tomar conciencia de que esta enfermedad no se solucionará por medio del ejercicio físico, sino que será necesario aplicar una serie de tratamientos y rutinas de salud, pero en todo caso no abandonar la práctica deportiva, fundamental para mantener el cuerpo activo y evitar así el sedentarismo que solo servirá para agravar aún más la salud del paciente.
La alimentación, ¿solución o error?
Una de las principales características del lipedema es que puede percibirse de igual forma en personas de constitución más delgada, creando en su cuerpo cambios muy exagerados y desproporcionales, entre el volumen de la cintura y la cadera en comparación con las piernas y los brazos.
Este tipo de consecuencias a nivel estético pueden afectar a la salud mental de la persona que lo padece, llevándolo a sufrir inseguridades, bajos niveles de autoestima, problemas en las relaciones sociales, entre otros.
Muchos pacientes creen, erróneamente, que un cambio en su alimentación puede ser la solución al problema, por ello reducen drásticamente su ingesta de grasas y carbohidratos, derivando, en casos extremos, en la obsesión o en trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia, entre otros.
Hay que entender que el lipedema no está relacionado directamente con la alimentación, ya que se trata de una enfermedad genética. En todo caso si es importante ajustar la salud nutricional y tomar una serie de medidas como la eliminación de alimentos procesados o la reducción del consumo de sal y azúcar, porque una dieta equilibrada ayudará al paciente a tener mayor movilidad y evitar así dolencias musculares.
Hay muchos casos que, por desinformación no han sido diagnosticados a tiempo y las consecuencias por lo tanto pueden llegar a ser mucho peores. En los casos más graves esta enfermedad puede llevar al paciente a impedir parcialmente la movilidad viéndose obligado a utilizar silla de ruedas, pero, como decimos, estos supuestos se dan sobre todo cuando el paciente no tiene conciencia de su estado y no toma las medidas oportunas a tiempo.
Por lo tanto, tomar conciencia de los efectos que una enfermedad puede tener en tu salud, tanto física como mental, es muy importante, porque será fundamental para saber como afrontarla y como tomar la actitud correcta en cada caso.
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