Español 
English (UK) 
Italiano 
Deutsch 
Français 
Se conoce como lipedema a una enfermedad del tipo crónica, que mayormente afecta a las mujeres. Esta enfermedad se considera como tal desde el año 2018, siendo muy reciente su definición completa.
Consiste en la acumulación de grasa en las extremidades, sobre todo en las inferiores, deformando las piernas, limitando la movilidad y afectando la moral y autoestima de la persona que la padece.
En algunas ocasiones, especialmente al inicio de la enfermedad, se puede confundir con problemas de sobre peso, o incluso hasta la aparición de celulitis.
Pero cuando se toman las medidas para eliminar la obesidad, en cuanto queda la grasa localizada que no se desaparece ni con dietas, ejercicios o los tratamientos específicos del sobrepeso, es cuando se está frente a un síntoma de lipedema.
Esta enfermedad no tiene un momento específico en el que se pueda presentar, ya que los cambios hormonales a lo largo de la vida de una mujer pueden afectarla en el desarrollo, menopausia o embarazos.
Existen tres grados de gravedad en esta patología:
- Grado I: es cuando está comenzando la enfermedad, y ya se notan algunos bultos duros.
- Grado II: existe un cúmulo notable de grasa endurecida y la piel se ve de una manera irregular.
- Grado III: ya el tejido adiposo se encuentra deformado, los bultos son de diferentes tamaños y durezas.
Síntomas y detección
Al aumentar la grasa en zonas específicas, sin ningún otro síntoma de obesidad, puede ser uno de los principales síntomas de la lipedema.
Aunque con las dietas para el sobrepeso no se elimina la grasa de la lipedema, una alimentación balanceada es algo primordial para que los síntomas no empeoren.
Entre las cosas que se deben cuidar en una dieta saludable está el tamaño y la cantidad de comida que se ingiere. En caso que se comience a tener grasa de más en el cuerpo, es importante tomar las medidas para evitar que se llegue a generar alguna enfermedad.
Los síntomas más comunes de la lipedema son:
- Aumento localizado en las extremidades de grasa que no desaparece con ejercicios, dietas, masajes, y demás.
- El tejido de la piel de la zona que se ve afectada se endurece.
- Una desproporción considerable en cuanto a las dimensiones del cuerpo donde se encuentra esta grasa.
- Hinchazón y sensación de entumecimiento en las piernas o brazos.
- Dolor excesivamente fuerte al pellizcar la zona.
- Sensación de frío, presión, y/o dolor al tacto.
Para determinar que realmente es lipedema, se deben realizar los exámenes pertinentes por los especialistas, tomando en cuenta el historial médico y las características físicas y hormonales del paciente.
Otra manera de detectar esta condición es verificar el grado de avance en el que se encuentra.
Tratamientos y nutrición
Entre las operaciones más confiables y seguras para este tipo de problemas se encuentra la liposucción. Existen diferentes métodos para aplicar este tratamiento como son la liposucción con agua asistida, la tumescente y la que es asistida por vibración o potencia.
Se utiliza este tipo de tratamiento quirúrgico en los casos más avanzados, para no generarle mayores inconvenientes al paciente.
También existen tratamientos que no son tan invasivos como los de una sala quirúrgica, tales como las medias de compresión. Estas medias ayudan a mantener una vida más normal, sin tanto dolor.
No eliminan la lipedema, pero pueden evitar que se expanda y crezca la grasa localizada. Pero lo más importante es que sirven para aliviar el dolor en las actividades diarias del paciente.
Otra de las actividades que se pueden realizar para disminuir el dolor y la incomodidad producto de esta condición es realizar masajes manuales linfáticos para el mejoramiento de la circulación en el área afectada. La presión en el área donde se encuentra localizada la grasa que produce la lipedema, ayuda a mantener mejor el estado de la piel y que se desprenda la grasa pegada en los tejidos.
Estos procedimientos no erradicarán la lipedema, aunque ayudan a calmar los dolores y malestares que se puedan padecer.
En cuanto a la nutrición de los pacientes con lipedema, no es un factor determinante para este padecimiento. Este factor no está relacionado con la comida, porque no es ningún tipo de obesidad.
Tiene más relación con el sistema hormonal que con el sistema digestivo. Es por ello que la dieta que se mantenga no tiene una relación directa con la producción de grasa de lipedema.
Sin embargo, mantener un equilibrio en lo que se ingiere ayuda a tener una movilidad mejor y a que los tratamientos tengan mejor efecto.
Mantente saludable
La reducción del azúcar, los alimentos saturados y procesados, así como la ingesta de sal promueven una vida saludable que facilita que la condición de la enfermedad no empeore.
Las personas que tienen obesidad, pueden tener mayores problemas para eliminar esta grasa del lipedema, pues tienen que atacar otros problemas primero.
Cuando se realiza alguna dieta o tratamiento para la obesidad, puede tener resultados poco estéticos. En muchos casos se mantiene el gran volumen en los brazos o piernas y el resto del cuerpo baja de peso por la dieta. Si crees que puedes tener Lipedema, realiza este test ahora.
