A pesar de que no es la cura definitiva, una buena alimentación puede ser una gran estrategia para reducir e incluso paralizar el lipedema. Al ser una enfermedad en la que la principal característica es la acumulación de grasa en las extremidades de forma simétrica, causada principalmente por la inflamación celular, y que también conlleva a la alteración vascular, es recomendable seguir una alimentación contra la inflación crónica.
Por ello, algunos de los alimentos que no conviene consumir son los que tienen alto contenido en grasa, como la carne roja o lácteos, sin ultraprocesados ni azúcar. Algunas dietas recomendadas son la dieta RAD, la dieta anti-inflamatoria y la dieta cetogénica o keto, que tienen en común una base de alimentos de bajo índice glucémico y con alto contenido en fibra. Este tipo de dietas pueden conseguir grandes mejoras en cuanto a la patología, como lograr un peso adecuado, reducción del dolor y de la inflamación.
Alimentos recomendados
Jengibre
El jengibre principalmente reduce la inflamación y suscita la sensibilidad a la glucosa, es decir, promueve la pérdida de peso. La forma más común de ingerirlo es en infusiones, zumos y como aceite esencial.
Pescado azul
Hay opciones para cualquier temporada del año. Algunos ejemplos de este tipo son la sardina, el salmón, el atún blanco, la lubina… Todos estos son una gran fuente de proteínas y minerales y ayudan a disminuir la presión arterial y el riesgo de sufrir trombos. Es recomendado cocinarlo a la plancha o al horno para facilitar la digestión.
Aguacate
Este alimento popular los últimos años tiene grandes beneficios: gran absorción de nutrientes, cuida la piel, regula los niveles de azúcar en la sangre, reduce las inflamaciones, y como el jengibre, contribuye a aumentar el colesterol bueno y a reducir el malo. Se puede añadir en ensaladas, tomar con tostadas a modo de desayuno, acompañar a cualquier cereal o verdura o emplear como aceite. Su forma y color puede variar porque hay muchos tipos.
Verduras de hojas verdes
Como el pimiento, la remolacha, acelgas, espinacas, pepinos, zanahorias, cebolla… Son muy habituales en cualquier tipo de dieta, pues absorben las grasas del cuerpo. También refrescan el organismo, ayudan a bajar de peso, los niveles de colesterol y reducen la presión arterial. Se pueden consumir como caldo, al vapor o sin manipulación humana, acompañando a otros alimentos como el pescado.
Frutos secos sin sal
Aunque siempre han tenido una mala reputación por su alto contenido en grasas, los frutos secos son una gran fuente de proteína vegetal, además de ayudar a disminuir los niveles de colesterol LDL, bajar los triglicéridos, y reducir la coagulación de la sangre. De hecho, la Fundación Española del Corazón recomienda comer 50 gramos diarios de frutos secos. La mejor forma de comerlos es en versión cruda o natural y sin sal u otros complementos añadidos. Algunos de ellos son las almendras, los piñones, las avellanas o las nueces.
Semillas de Cáñamo
Es una gran fuente de proteína vegetal. Habitualmente se compran a granel, pero también las hay envasadas. Ayudan a la digestión, a reparar tejidos orgánicos y, además, gracias al Omega-3 y 6 facilitan el funcionamiento del organismo y la salud cardiovascular. Se pueden encontrar en diferentes formatos: con piel, peladas, en forma de aceite o como proteínas en polvo y suelen acompañar a ensaladas y postres.
Derivados del coco
Al ser un alimento con un gran porcentaje de ácido láurico, lo que ayuda a reducir el colesterol, es una buena opción para aquellos amantes de la repostería, pues gracias a la harina de coco se puede hacer desde pan hasta galletas. Además, también es bueno en formato de leche, aceite, manteca…
Lo que tienen en común todos estos alimentos es que cuanto más naturales y frescos sean, mejores beneficios tendrán, pues así facilitan la digestión haciendo que no sea un proceso complicado o demasiado pesado para el cuerpo.
Antes de planificar tu dieta, es recomendable consultar con tu médico para evitar interacciones y reacciones adversas, pues en algunos casos dependiendo de la medicación asignada puede variar el beneficio o no que tengan estos alimentos, llegando a ser perjudiciales. También hay que tener en cuenta que, además de cuidar la alimentación, hay que realizar actividad física moderada para tener aún mejores resultados.
Desde Lipepedia ofrecemos la posibilidad de contactar con médicos especialistas en tratar lipedema para asegurar tu salud y ayudarte a mejorar tu estado de ánimo.