El lipedema es un problema para la salud que puede afectar de gravedad a quien lo padece; especialmente si no se cuenta con el tratamiento adecuado para ello. Es por esto, que en esta oportunidad queremos contarte un poco sobre los tratamientos no quirúrgicos para tratar el lipedema.
Hablamos de una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de la grasa en las extremidades inferiores y superiores, de forma simétrica. Se trata de una enfermedad que afecta principalmente a mujeres; y que puede causar una serie de síntomas, como dolor, pesadez, inflamación y dificultad para realizar ejercicio.
En primera instancia debemos saber que el tratamiento del lipedema no es sencillo, y en algunos casos puede requerir un abordaje quirúrgico. Sin embargo, existen también una serie de tratamientos no quirúrgicos que pueden ayudar a mejorar los síntomas y la calidad de vida de las personas con lipedema. Aunque, por supuesto, antes de emplear cualquiera de estos tratamientos, es fundamental consultar con un especialista para garantizar que el método seleccionado es el más adecuado.
Cuáles son los tratamientos no quirúrgicos para tratar el lipedema
Existen diversas formas de tratar el lipedema optando por alternativas no quirúrgicas. A continuación, te mostramos algunos de los tratamientos más destacados:
Terapia descongestiva compleja (TDC)
La TDC es un tratamiento integral que combina diferentes técnicas; como el drenaje linfático manual, también conocido como DLM, la presoterapia, el vendaje compresivo y el ejercicio físico. El objetivo de la TDC es reducir la inflamación, mejorar el flujo linfático y promover la pérdida de grasa; al alcanzar estos tres objetivos principales, es posible obtener resultados favorables sin necesidad de apelar a los tratamientos quirúrgicos.
Drenaje linfático manual (DLM)
Por otra parte, el DLM es una técnica de masaje que ayuda a estimular el drenaje linfático. El drenaje linfático es un proceso natural del cuerpo que ayuda a eliminar los líquidos y toxinas del organismo; por lo que podría decirse que es un procedimiento bastante natural, capaz de generar resultados sumamente favorables.
Presoterapia
En cuanto a la presoterapia podemos destacar que se trata de un proceso que utiliza la presión del aire para ayudar a drenar los líquidos del organismo. La presoterapia puede ser utilizada de forma complementaria al DLM o de forma aislada; en ambos casos, es capaz de contribuir de forma favorable al tratamiento de la lipidemia.
Tratamientos con vendaje compresivo
Otra de las alternativas que comúnmente se conocen es el vendaje compresivo; que es una técnica que utiliza vendas para aplicar presión sobre las extremidades afectadas por el lipedema. El vendaje compresivo ayuda a reducir la inflamación y mejora el flujo linfático; de allí que sea una opción destacada al momento de buscar tratamientos no quirúrgicos.
Como verás, existen diferentes tratamientos no quirúrgicos cuando se trata de minimizar las consecuencias de la lipidemia, comprendiendo que este es un problema que puede afectar el estado físico y emocional del paciente. Sin embargo, se debe tener en consideración que, al momento de seleccionar alguna de estas opciones se cuente con el asesoramiento de un especialista que sea capaz de determinar cuál de los tratamientos es el indicado.
Otros tratamientos no quirúrgicos
Además de los tratamientos mencionados anteriormente, existen otros tratamientos no quirúrgicos que pueden ayudar a mejorar los síntomas del lipedema. Estos tratamientos incluyen:
- Dieta saludable: una dieta saludable que incluya frutas, verduras y cereales integrales puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la salud general, además de ser un complemento perfecto para los diferentes tratamientos que puedan aplicarse.
- Terapia hormonal: en algunos casos, la terapia hormonal puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar los síntomas del lipedema. Sin embargo, puede ser un tratamiento apto solo para algunos pacientes, lo que quiere decir que es necesario realizar una evaluación previa.
- El ejercicio físico: es una parte importante del tratamiento del lipedema. El ejercicio ayuda a reducir la inflamación, mejorar el flujo sanguíneo y promover la pérdida de grasa.
¿Cuál es el tratamiento ideal para mí?
El tratamiento adecuado para el lipedema depende de la gravedad de los síntomas, de las preferencias de la persona y de sus objetivos. En algunos casos, el tratamiento no quirúrgico puede ser suficiente para mejorar los síntomas y la calidad de vida de la persona. En otros casos, puede ser necesario un abordaje quirúrgico.
Es importante consultar con un médico o especialista en lipedema para determinar el tratamiento adecuado. Si aún no sabes a dónde acudir para poder iniciar tu tratamiento para lipidemia, te recomendamos ponerte en contacto con Lipepedia, donde no solo podrás conocer más detalles sobre esta condición, sino que también podrás recibir la asesoría adecuada para determinar cuál de los tratamientos no quirúrgicos puede responder mejor a tu situación en particular, aumentando de este modo las probabilidades de éxito.