¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden influir en la aparición del lipedema?

En algunos casos, el lipedema se presenta como un rompecabezas en el que todavía no tenemos todas las piezas. Pero cada vez podemos comprender un poco más por qué algunas personas lo desarrollan. Sin embargo, todavía hay preguntas sin respuestas. Por ejemplo, ¿por qué afecta casi exclusivamente a mujeres? o ¿por qué la grasa se acumula de forma tan peculiar? Veamos qué aspectos influyen en su desarrollo, aunque siempre es necesario un diagnóstico preciso.

Causas y factores de riesgo del lipedema: una guía completa

El lipedema es una enfermedad crónica que afecta principalmente a mujeres, aunque su causa exacta aún no se comprende del todo, diversos estudios y observaciones clínicas han identificado factores de riesgo que podrían influir en su desarrollo. No obstante, muchas mujeres desconocen que lo padecen, confundiéndose con la obesidad o linfedema. Por dicha razón, es necesario realizar estudios para identificar las causas. A continuación, te explicamos algunos factores que influyen según las evidencias actuales.

1. Factores hormonales

El lipedema tiene un fuerte vínculo con las hormonas femeninas. Los síntomas suelen manifestarse o agravarse durante los cambios hormonales, como la pubertad, el embarazo o la menopausia. De hecho, este desequilibrio hormonal, especialmente relacionado con los estrógenos, podría contribuir a la acumulación desproporcionada de grasa en las extremidades.

2. Antecedentes familiares

Esta enfermedad tiende a darse en varias mujeres de una misma familia, lo que apunta a una predisposición genética. Entre el 15 % y el 64 % de las pacientes con lipedema tienen antecedentes familiares con esta enfermedad o afecciones relacionadas. Los estudios genéticos preliminares han identificado posibles variantes en los genes asociados 

3. Sexo y género

Más del 99 % de los casos de lipedema se dan en mujeres, y los casos documentados en hombres son extremadamente raros y suelen estar relacionados con trastornos hormonales o tratamientos médicos que afectan los niveles hormonales (como terapia hormonal para el cáncer de próstata). Este sesgo de género sugiere una interacción entre las hormonas 

4. Índice de masa corporal (IMC) elevado

Aunque el lipedema no tiene que ver con el exceso de peso, puede coexistir con la obesidad y empeorar los síntomas. Hay bastantes mujeres con esta condición, que son diagnosticadas con obesidad simple. Por lo que si el IMC es elevado puede complicar el diagnóstico, ya que enmascara los signos específicos del lipedema, como la distribución desproporcionada de grasa en las extremidades. Por eso, mantener un peso saludable podría ayudar a minimizar la progresión de los síntomas.

5. Estilo de vida sedentario

El sedentarismo puede contribuir indirectamente al desarrollo o agravar el lipedema al dificultar la circulación linfática y favorecer la inflamación. La falta de actividad física limita el drenaje linfático y puede intensificar los síntomas como la hinchazón y la pesadez en las piernas. Los estudios sugieren que el ejercicio regular, especialmente actividades de bajo impacto como caminar, nadar o hacer yoga, es beneficioso para las pacientes.

6. Problemas en el sistema linfático

El sistema linfático juega un papel clave en el desarrollo del lipedema. Algunas mujeres pueden desarrollar linfedema secundario (lipo-linfedema) debido a la sobrecarga del sistema linfático. Está comprobado que la inflamación crónica y la acumulación de grasa ejercen presión sobre los vasos linfáticos, dificultando el drenaje. Esto indica que las personas con esta predisposición son más vulnerables.

7. Factores emocionales y psicológicos

El estrés crónico y la autoestima baja debido a la percepción negativa de la propia imagen corporal pueden tener un impacto directo en los síntomas del lipedema. Estas pacientes suelen tener problemas emocionales, como ansiedad y depresión, debido a la incomprensión social y médica de su condición. Además,el estrés también puede influir en la inflamación, agravando los síntomas físicos.

Síntomas del lipedema que indican la necesidad de consultar a un especialista

Si sospechas que podrías tener lipedema, presta atención a estos síntomas clave que requieren evaluación médica:

  • Acumulación desproporcionada de grasa en las extremidades:
    • Piernas y/o brazos con mayor volumen que el resto del cuerpo.
    • Torso y pies o manos con tamaño normal que crean un contraste visible.
  • Dolor y sensibilidad en las áreas afectadas:
    • Dolor persistente o que empeora al tacto.
    • Sensibilidad extrema en las extremidades, incluso con una presión ligera.
  • Hematomas frecuentes:
    • Aparición de moretones sin golpes aparentes.
    • Fragilidad en los capilares de las áreas afectadas.
  • Hinchazón que no mejora con el descanso:
    • Retención de líquidos persistente, especialmente en las piernas.
    • Sensación de rigidez o pesadez al moverse.
  • Dificultad para perder peso en áreas específicas:
    • Grasa en las piernas o brazos que no responde a dieta ni ejercicio.
    • Adelgazamiento normal en otras partes del cuerpo, pero no en las extremidades.
  • Problemas de movilidad o sensación de pesadez extrema:
    • Dificultad para caminar o realizar actividades diarias.
    • Necesidad frecuente de descansar debido al peso en las extremidades.
  • Cambios en la textura de la piel:
    • Aparición de hoyuelos o textura irregular, similar a la piel de naranja.
    • Endurecimiento de la piel en las áreas afectadas.

Si experimentas uno o más de estos síntomas, es crucial consultar a un especialista en lipedema para obtener un diagnóstico adecuado y comenzar un tratamiento temprano. En LIPEPEDIA podemos ayudarte a encontrar al profesional indicado para tu caso. ¡Contáctanos hoy!

Resumen
¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden influir en la aparición del lipedema?
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¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden influir en la aparición del lipedema?
Descripción
Los factores hormonales, la predisposición genética, la distribución desproporcionada de grasa y el dolor o sensibilidad al tacto son algunos de los factores más habituales entre las pacientes con lipedema
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Lipedema
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